Los neumáticos, al igual que cualquier otro componente, tienen una vida útil limitada. No obstante, hay medidas que podemos tomar para extender esta vida útil y maximizar la eficiencia de nuestros neumáticos. Uno de los factores más influyentes en este aspecto es mantener una presión adecuada.

Los neumáticos desinflados o sobreinflados pueden desgastarse de manera desigual, lo que afecta el rendimiento de los neumáticos. 

Además de afectar la durabilidad, la presión incorrecta de los neumáticos también aumenta la probabilidad de pinchazos. Un neumático desinflado es más propenso a sufrir daños por objetos afilados en la carretera, lo que puede resultar en reparaciones costosas o incluso en la necesidad de reemplazo. 

Cada vehículo tiene requisitos específicos en cuanto a la presión de los neumáticos, y la mejor fuente de información al respecto es el manual del propietario. Consultar este documento te proporcionará la presión recomendada por el fabricante, adaptada a las especificaciones de tu vehículo. 

Mantener la presión adecuada de los neumáticos es una inversión en el rendimiento, la seguridad y la sostenibilidad. Al aumentar la durabilidad de los neumáticos, también contribuimos a la reducción de residuos y al cuidado de nuestro medio ambiente. Así que, la próxima vez que te embarques en un viaje, asegúrate de que tus neumáticos estén inflados adecuadamente.